Capítulo1077
Ximena frunció el ceño al escuchar.

Fue hasta que Nicolás contestó la llamada que Ximena preguntó:

—Nicolás, ¿no crees que fuiste demasiado duro con Luciana?

Nicolás respondió:

—Mamá, odio que la gente toque mis cosas. Tengo mis principios.

Ximena suspiró. —Podrías ser un poco más amable en tu enfoque.

—No puedo serlo—dijo Nicolás, cambiando de tema. —¿Qué pasa, mamá?

Ximena preguntó:

—¿Hay alguna manera de enviarle un mensaje a Eduardo que se autodestruya tan pronto como lo vea?

—Sí.—dijo Nicolás. —Voy a hacer que Leo lo envíe. ¿Qué exactamente debo enviar?

Ximena:

—Dile a Eduardo que nos veamos esta noche a las 7 en el café al lado de MIK.

Nicolás:

—De acuerdo, entonces cuelgo ahora.

Después de colgar el teléfono, Nicolás miró a Luciana, quien tenía los ojos enrojecidos de llorar.

Una oleada de irritación surgió en su mente, y casi instintivamente quiso pedirle a Luciana que saliera.

Pero al recordar las palabras de Ximena, tuvo que obligarse a controlar su temperamento.

—Recono
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