Capítulo1032
Rita venía cada media hora para ayudar a Elena a enfriar su cuerpo con métodos físicos, ya que, al estar embarazada, no podía tomar medicamentos para la fiebre.

En su estado confuso, Elena vio la figura de Rita y preguntó débilmente:

—¿Qué hora es? ¿Ha vuelto mi esposo?

Rita respondió:

—No, señora. El señor todavía está fuera. ¿Quiere que le llame?

—No, no lo molestes si está ocupado con asuntos importantes.

—Señora, seguir con esta fiebre no es una solución. Al menos en el hospital los médicos pueden darle algunas recomendaciones.

Elena respiró con dificultad.

—Ayúdame a levantarme y acompáñame.

Rita apenas había ayudado a Elena a ponerse de pie cuando Elena sintió un mareo repentino. Sintió como si algo la golpeara en el pecho, y apenas pudo respirar cuando una sensación de amargura subió por su garganta. Incapaz de controlarlo, vomitó una bocanada de sangre.

Inmediatamente perdió el conocimiento y cayó pesadamente al suelo.

Media hora después, Elena fue ingresada en la UCI. Mient
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