Un castillo negro, quemado, en ruinas.
No.
Un castillo endemoniado, destruido y remodelado.
Tal vez.
Una vida, sustituida por otra y un alma poco a poco siendo envenenada.
Hay veces que las cosas nunca salen como se suponen deben salir, como también sucede, de cambios radicales que en vez de hacernos progresar, nos hace retroceder.
Tal vez, esto fue lo que le pasó a nuestro querido némesis en esta bella y trágica historia.
Era de esperarse el encontrar al dictador, estático en medio del salón del trono, o al menos de lo que quedó de él. Todo alrededor se resumía en negro, cenizas, cosas rotas y... Sangre.
Aun tenía sus manos llenas del líquido rojo, seco ya, y, el lugar sumido en una oscuridad casi espectral con aires de un espíritu extraño, para sorpresa de los sobrevivientes, el castillo en el cuál antes reinaba el amor, la calidez y la gentileza, ahora estaba lleno de frío, oscuridad y de personas que simplemente no conseguían mirar mas allá de debajo sus hombros.
Tal vez todas esta