Al escuchar que su suegro aceptaba el plan, Fiorella bajó la mirada, sin decir nada de lo que pasaba por su cabeza.¿No era David el que se había atrevido a amenazarla solo porque tenía el respaldo de su papá?Ahora quería ver qué haría cuando tuviera que enfrentarse a él, cuando ya no estuvieran del mismo lado.Él era la pieza que ella había escogido, y no iba a permitir que esa pieza se volviera en su contra.Luigi siempre había sido directo.Sin perder tiempo, mandó llamar a David.Cuando David entró y escuchó lo que Luigi quería que hiciera, no pudo evitar reírse con ironía.Siempre había tenido una buena imagen de él, pensaba que era de los pocos decentes en la familia… pero ahora, se dio cuenta de que le había tenido demasiada fe.—Ellas dos provocaron todo esto, pero ahora quieres que mi esposa cargue con parte de la culpa. ¿Y yo tengo que salir a decir quién es bueno y el malo? ¿Quién crees que soy?—¿Un imbécil, un tipo sin criterio?Luigi se molestó al oírlo.—Vincenzo, ¿qué
Vincenzo no era tan decidido ni tan bueno en los negocios como David.Aun así, por más que admirara a David, la autoridad de la familia Costa no se podía cuestionar.—Vincenzo, si no haces lo que te estoy diciendo ni para salvar la empresa, ¡no me culpes por lo que voy a tener que hacer!Luigi no quería perder tiempo con una mujer tan joven, no valía la pena, alguien tan insignificante no merecía su atención.Pero si su hijo seguía terco, creyendo que una mujer estaba por encima de la familia Costa, no iba a dudar en quitar ese problema del camino.—Si le haces algo a mi esposa, no me culpes si me llevo todo. ¡Yo no soy Vincenzo! ¡Cuando eso pase, las acciones se van a venir abajo y la situación en la familia Costa va a cambiar!—La familia de mi tío siempre está esperando el momento. ¿No crees que van a aprovechar para quedarse con todo?Luigi sabía que David era atrevido, pero no imaginaba que fuera tan directo como para desobedecerlo y además amenazarlo.Furioso, golpeó la mesa con
Fiorella le pasó el teléfono a Antonella.—El abuelo de Gabriel quiere que te cases, y a la señorita Pietro también le gustaba mucho Gabriel, pero él se negó.—Ahora tanto el abuelo de Gabriel como la familia Pietro no les hizo ni cinco de gracia el rechazo de Gabriel.—Si les contamos cuál fue el motivo del rechazo, ¿qué crees que harían esas dos familias, mamá?Antonella no se había metido mucho en asuntos externos desde lo de su hijo mayor, así que ni sabía quién era Gabriel.Fiorella, al notar que parecía confundida, entendió que no tenía idea de quién hablaba.—Gabriel es sobrino de Benoît, también es el único nieto de don Hester, el que manda en la familia Hester en el extranjero, y por ahora es el único heredero de esas dos familias grandes: los Hester y los López.Antonella ubicaba bien esos apellidos.—Es un hombre con mucho poder.La familia Costa podría plantarse frente a los López, pero si se trata de los Hester, no hay forma, salimos perdiendo.Si Gabriel llega a heredar e
Si al menos, al menos, me hubiera lastimado un poco menos, lo habría perdonado y habría regresado con él sin pensarlo.Lo quería tanto, soñaba con morir a su lado.Pero él me daba una herida tras otra, cada vez más profunda.Me hacía quererlo, pero no importaba lo que hiciera, ese dolor no se iba.David me vio salir y me sonrió.—Te puedo llevar al aeropuerto si quieres.Salí de mis pensamientos y le contesté:—No es necesario, ¿no habíamos quedado en que mientras no hubieras resuelto todo lo de Vincenzo, no íbamos a vernos?—Sí, trato de no aparecerme, pero lo de hoy es distinto — dijo David.Como no quería seguir viéndolo, ni sintiendo todo lo que me revolvía por dentro, lo miré con molestia y le solté:—No necesito que vengas desde Blancheva solo para llevarme al aeropuerto.—No es solo eso. Hoy es el primer día con nieve, y como dijimos, cada año, en este día, teníamos que vernos. — respondió él.Me quedé pasmada unos segundos y luego recordé esa promesa que hicimos.Cuando éramos
—¿Y cómo puedes, cuando te pedí con toda el alma que me dejaras en paz, que no me usaras para cambiar a Luna, igual lo hiciste?—David, de verdad, quiero saber, ¿de verdad esto es “amor verdadero” para ti?David me miró, sin saber qué contestar.A veces, en medio de la noche, él también se preguntaba cómo fue capaz de hacerme eso, de lastimarme así.Ni él mismo lo entendía.¿Fue por costumbre?Por estar confundido, por rabia, quería que ella sufriera como él, y se le volvió costumbre usar violencia emocional, herir, dejarla siempre en segundo plano.Y luego, se le hizo normal.—En serio, siempre he creído que tu verdadero amor es Luna. No importa lo que haga, siempre le buscas excusas, siempre te duele verla mal, siempre se te ablanda el corazón con ella, siempre quieres ayudarla.—Nunca has dudado de ella, aunque tenga mala intención, la aceptas igual.Tanto la Esmeralda sin memoria como la que ya lo recordaba todo, sentía que David en realidad amaba a Luna.Esa era la pregunta que Da
Él había encontrado cómo borrar la distancia entre nosotros.Después de que el niño recogió la pelota y salió corriendo, David me miró.—Esmeralda, primero te llevo al aeropuerto. Que el tiempo haga lo suyo. Como te dije antes, no voy a aparecerme si no hay necesidad. Que el tiempo calme todo.—Las cosas cambian muy rápido. Si ahora no se puede arreglar, déjalo pasar. Tal vez más adelante superemos todos estos problemas.Sabía que para alguien tan necio como David no era fácil dejar ir una obsesión.Y además, ya se me hacía tarde, así que no dije nada.—No hace falta que me lleves. El chofer ya me está esperando.Después de eso, pasé junto a él y subí al auto.Pero David no se fue. En vez de eso, manejó detrás de mí.La familia Costa era gigante, y David siempre estaba lleno de trabajo. Su tiempo libre era mínimo. Después de acompañarme al aeropuerto, ni siquiera tuve que decirle que se fuera, él solo dio la vuelta y se fue a toda prisa.Ya en la sala VIP del aeropuerto, me senté, saqu
—¡Eres una desgraciada! ¡Ves que la familia Costa tiene un montón de dinero y usas a tu exmarido muerto para sacar más!—¡Qué descaro! ¡Me das asco!Nunca en mi vida me habían insultado y humillado así, y no sabía cómo reaccionar.Pensar que todo esto era culpa de David, esa humillación... no pude evitar sentir aún más coraje hacia él.La gente que estaba cerca vio cómo esa mujer me gritaba sin filtros, y como yo no decía nada, empezaron a verme raro.En ese momento, Fiorella se acercó caminando con ese aire de superioridad y elegancia que siempre carga.—Natalie, no digas eso, Esmeralda no es la amante de nadie. Solo estaba muy dolida por la muerte de su esposo y confundió a Vincenzo.La mujer que se llamaba Natalie, al escuchar eso, se notó que no le gustó nada.—Fiorella, eres demasiado buena. ¡Ella te ataca y tú todavía la defiendes!—¡Se divorció de David! ¿Por qué estaría triste? Lo único que ve es que la familia Costa tiene más dinero...—Natalie, ¡ya basta! ¡Pídele una disculpa
Fiorella bajó la mirada, tragándose las ganas de arrancarle la cabeza a alguien. Cuando volvió a ver hacia mí, traía los ojos llenos de disculpas.—Esmeralda, lo siento mucho, fue mi amiga la que se confundió. Vincenzo solo vino conmigo.Dicho eso, giró hacia su amiga.—Natalie, Esmeralda y Vincenzo no tienen nada que ver. Él solo me trajo y yo me fui al baño. Lo único que hizo fue saludar a Esmeralda, su ex cuñada, y tú malinterpretaste todo.—Esmeralda fue la que curó la pierna de Vincenzo, es la persona que más respeto merece en la familia. ¡No es ninguna zorra!—Si vuelves a decir que es una amante, ¡se acabó nuestra amistad!La tal Natalie, al captar el mensaje escondido en la mirada de Fiorella, se acercó rápido y se disculpó toda nerviosa.—Perdón, Esmeralda, me dejé llevar por lo que vi en internet y lo que dicen las malas lenguas. ¡Fue un malentendido! ¡De verdad, perdón!—Mira, si crees que con eso no alcanza, ¿quieres darme un golpe o que te tire jugo a ti? —dijo, agarrando