Ahora todo vuelve a la normalidad.
Él murió.
Puede descansar sabiendo que dejó a su esposa a salvo y feliz.
Ya no podrá causarle más dolor.
Vi a las personas que venían tras él.
Sin fuerzas para seguir corriendo, se apoyó en la barandilla y cayó al suelo, sonriendo mientras sacaba un control remoto de su bolsillo.
Había hecho instalar una bomba en el crucero. Su plan era hacerla estallar solo después de que él y Esmeralda lograran escapar, para que nadie pudiera seguirlos.
Pensando en lo que podía pasar, pidió que hicieran dos controles remotos: uno lo tenía Isidro, que lo usaría para hacer estallar la bomba si ellos lograban escapar, y el otro lo llevaba él, por si el plan fallaba.
Ahora, ese "por si acaso" había llegado.
Y así, él hacía la última cosa por su esposa, asegurándose de que ella pudiera irse segura.
…
Cuando caí al agua, alguien me agarró y me llevó al bote rápido.
Al ver que quien me sostenía era Isidro, dejé de lado la confusión en mi mente y, de