¡Él claro que nunca se divorciará!
Él sabe que su amor es egoísta, pero en serio…
A menos que muera, ¡no va a dejar ir nunca!
Estuve dos días en exámenes, y David estuvo afuera, mirándome durante ese tiempo.
Con tanta ternura en su mirada, que hasta sus amigos no pudieron evitar sentir lástima por él.
Trataron de hacerme llegar sus mensajes.
Querían que me sintiera mal por David.
Pero cuando supe que David me había estado siguiendo todo el tiempo, no solo no sentí lástima por él, sino que lo vi como un acosador.
A través de sus amigos, le advertí.
Le dije que dejara de seguirme, o llamaría a la policía.
Los mismos que habían sido testigos de cuánto lo amaba, al ver que no solo no sentía lástima por él, sino que quería llamar a la policía para detenerlo,
todos se quedaron muy sorprendidos.
Cuando terminé el examen, hablé con el profesor, confirmé que todo estaba bien y que no tendría problemas para aprobar. Finalmente, me relajé.
Justo a tiempo, era la hora para