Solo cuando estaba pensando en quién podría ser esa persona, Gabriel me llamó:
—Hermana, no te preocupes por lo que está pasando en internet. El tío dijo que ya encontró las pruebas; él va a hacer algo. Yo también terminaré aquí pronto y podré regresar. ¡Hermana, no tienes que tenerle miedo a nadie!
Después de obtener su posgrado, Gabriel empezó a ocuparse de los asuntos de la familia López y de la familia de su abuelo materno. Está tan ocupado todo el tiempo. Suele viajar a diferentes países. Y esta vez ya lleva más de un mes fuera.
Desde tan lejos, en Europa, aún no sabían que su tío, después de conseguir las pruebas, apenas las tuvo, las expuso completamente en línea. Verlo tan ocupado, siempre pendiente de mí, preocupado por mí, me hizo sentir muy conmovida.
—Gabriel, sigue con lo tuyo. Cuando tengas tiempo para descansar, descansa bien. No tienes que preocuparte tanto por mí.
Era Mila la que me había pedido cuidar de él, pero, en todo este tiempo, ha sido él el que me ha cuidad