Me desperté temprano más que por mi ruidosa alarma porque mi celular no deja de vibrar.
-Hola-No pude evitar lanzar un bostezo
-Buenos días, Señorita Uriarte le habla el licenciado Segovia ¿Me recuerda?.
Trate de conectar mis dos neuronas y recordar de quien se trata, pero yo no funcionó sin mi café y lo tengo terminantemente prohibido.
-Soy el licenciado encargado del testamento del señor Máximo Galván.
-Ah claro, lo recuerdo.
-La llamo para informarle que realizamos las averiguaciones previas, el trámite del cambio de apellido ya se completó y los resultados de la prueba de ADN realizados arrojaron un resultado positivo por lo cual se comprobó su identidad.
-Bien -Debí contenerme para no gritarles que se tardaron dos meses por una tontería
-Debe pasar a mi oficina cuanto antes para que se le haga entrega de su nueva identificación con su nuevo apellido y debe firmar unos papeles para tener acceso a la herencia.
-Claro y desde este momento puedo disponer de mis propiedades.