Desde que desperté me sentí muy nerviosa debido a que hoy será el juicio contra Diego. Deseo con todas mis fuerzas que lo declaren culpable y lo condenen a muchos años de prisión.
Emir me ha preparado muy bien y soy consciente de que es un magnífico abogado, pero Diego siempre encuentra una forma de salirse con la suya.
En este instante estoy entrando a tribunales, acompañada de mi tío y Emir, tomamos nuestro lugar y al transcurrir cinco minutos llegó Diego quien me lanzo un beso y como es su costumbre no deja de sonreír.
En el sitio se encuentran su abuela, su padre y básicamente todos sus familiares en la parte derecha y en la parte izquierda mis amigos y familiares.
Busco la mirada de Emiliano y al verme este me regala una sonrisa. Anoche dormimos en su departamento porque me sentía muy nerviosa y necesitaba relajarme.
Debimos ponernos de pie para recibir a la jueza quien es una mujer mayor de la edad de mi abuela, tiene la misma mirada de ella sería y fría.
—Buenos días, hoy 22 de