Ariadne
Al despertarme en nuestra habitación oscura, el miedo se apodera de mí, tenía mucho miedo demasiado ¿y si esos hombres me encontraban? El grito de terror sale del fondo de mi alma y no podía dejar de gritar y hacerme bolita ¿Qué había hecho? ¿Cómo es que se me olvido las consecuencias de mis actos? ¿nunca iba a poder ser libre?
-¡¡Ariadne!! – escucho su voz... su voz que me hacia sentir tanto pero que en estos momentos le tenía miedo, aun podía escuchar la amenaza del hombre de mariano "deberías de haber pensado bien lo que hacías al abrirte de piernas al italiano, ahora el joven Ambrosetti también tendrá que morir" no quería que a Matteo le pasara nada, podía confiar en él y decirle la verdad -Ariadne il mio amore, per favore – extendió su mano para tocarme, pero me aleje de él.
- No me toques – por alejarme con fuerza de él, pegue en el espejo de cuerpo entero que tenia a mis espaldas, el espejo se rompió y yo caí sentada, al mover mi cabeza al desorden que había hecho, un t