Capítulo 57: Mira a quién invitamos.

—Sabía que mi hijo no podía ser tan tonto, ahora sé que no me lo cambiaron en el hospital cuando nació y que tiene mi inteligencia —dijo suegra cuando vieron a Maximiliano marcharse y sin demasiado disimulo las tres salieron del local para continuar persiguiéndolo—. Ves, se dirige de nuevo a la casa.

Debía reconocer que el alma se le había regresado al cuerpo cuando vio que a la persona que fue a visitar su marido no era otro que su mejor amigo, pero eso no significaba nada porque ella lo había escuchado hablar por teléfono.

Tarde o temprano se encontraría con esa mujer.

A su hermana encontrar a Marco no le había gustado tanto porque todo el camino de regreso se comportó muy huraña. Pobre Aurora, se había enamorado de ese hombre y todo el tiempo fingía aborrecerlo.

Cuando ellas llegaron, Maximiliano ya estaba en la casa. Se habían cambiado de ropa antes de entrar, pero aún no se le había bajado los nervios por haber perseguido a su esposo cuando él salió a su encuentro con la felicida
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo