Narrado por Omar Hneidi:
No soporto seguir en este lugar que no se parece en nada a mi vida. Sabiendo que he resuelto a lo que he venido a este país, solo quiero volver a casa. Seguir con los proyectos que están andando, la cementera, el futuro del banco, la fábrica de aceite, la compañía publicitaria... Personas específicas en cada ámbito, todo perfectamente alineado, pero yo no estoy ahí para ver como continúa...
Estoy sentado en esta habitación, observando. No hablo. No me muevo. Solo observo. Kiara está a mi derecha. Amet, frente a mí. Y entre ellos hay algo que no logro descifrar del todo. Algo que me incomoda. Que me irrita. Que me despierta una sospecha que no quiero tener.
Kiara es la luz de mis ojos. Desde que es una niña me he sentido orgulloso de ella, por su carácter complaciente, sus sentimientos cálidos, y su obediencia a las normas. Siempre apostando por hacer lo correcto, por vivir para agradar a Allah.
Ella le sonríe. Él le responde con una mirada suave. Y aunque