Dulce héroe.
Narrado por Fatima Hneidi:
Fui perpetrada y humillada y no supe que hacer.
Me prometí actuar diferente cuando tuviera a uno de ellos frente a mí. Juré que no me volverían a doblegar.
Pero al verla... Sentí tanto.
Que quise abrazarla. Olerla. Hablarle.
Estoy de pie en la habitación donde hace un rato estuve postrada, con la espalda tensa y extremadamente adolorida y las manos temblando por toda la tensión que se respira. Mi madre me ha arrastrado hasta aquí como si fuera una niña desobediente. Como si no hubieran pasado años. Como si no hubiera aprendido a respirar sin ella. Como si yo siguiera perteneciendo a su yugo.
Mariano está afuera. Zayd también. Pero ahora, solo estamos ella y yo. Fatma, y yo.
Fatma Hneidi. La mujer que me enseñó a callar, la mujer que me enseñó a fingir delante de todos que siempre estaba bien, la mujer que ahora me mira como si yo fuera una traición. Como si le diera asco.
—¿Qué estás buscando, Fatima? ¿Arrastrarte de nuevo a los pies de Mariano? ¿Dest