Capitulo 32

Por mi mente solo pasaba esa imagen un y otra vez, no podía sacarme de la cabeza que un liston rojo se vería mejor y le daría buena suerte. Al día siguiente hice que mi dama más confiable buscara mi vestido de novia que estaba hecho de seda, en estas tierras se acostumbre vestirse de rojo el día de las nupcias. Así que arranque un pedazo y borde las orillas para que no se deshilachara, era mejor arquera que costurera pero lo importante es que fuera funcional.

Esta vez el día paso volando y al anochecer el imponente guerrero entro a mi tienda, cuando se sento frente a mi me extendió unas flores rojas que encontró en el camino, tenían un olor exquisito, yo le entregue las sedas bordadas en dos listones. Me sonrio al verlos, se quito el liston negro del cabello y pude ver con más detalle que era apenas una tela mal cortada, su cabellera se veía revuelta pero hace ver su rostro mucho más hermoso a la luz de las velas, hábilmente se ato nuevamente la media coleta y el liston restante lo at
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