Narra Layla
Me despedí de Alex, no quería dejarlo, temía que mañana ya no lo volviera a ver, espero a que entrara a mi casa y luego se fue, sentí un vacío en mi pecho como nunca antes, no sabía porque - es nuestro mate, cada vez que se aleje de nosotras nos sentiremos así – al fin escuchaba la voz de Missy – ¡al fin! Ya te daba por perdida – dije con tono sarcástico, pero no respondió, entre a la cocina y mi madre pego un grito que probablemente lo escucho todo el pueblo
Mi madre suspiro, me abrazo otra vez y siguió en lo que estaba, subí a mi habitación y