Remuevo el cielo y el infierno buscando tu mirada, deseando volver a ver en ellos la lujuria de nuestra noche. Sé que estás ahí, en medio de esta oscuridad que me rodea, te voy a encontrar y de nuevo seré tuya.
Isabella
Hace una semana que llegué a Nueva York y apenas hoy encontré trabajo como vendedora en una tienda de ropa exclusiva, no es a lo que estoy acostumbrada, pero nadie se ha muerto por empezar desde abajo. Además, era este trabajo o aceptar ser la gerente de una de nuestras tiendas en esta ciudad.
—Señorita Parker, la espero mañana para su primer día —anuncia el señor Ramírez—, le recuerdo que aprecio la puntualidad en mis empleados —añade y me extiende la mano.
—Antes de que la tienda abra sus puertas mañana, me tendrá afuera esperando —aseguro y tomo su mano.
—Bien, antes de irse puede pasar con Linda, ella le ayudará con su uniforme —indica y me conduce a la puerta de la oficina.
—De acuerdo, hasta mañana, señor Ramírez. —Salgo en busca de Linda, la jefa de personal.
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