Capítulo Ocho.
Rosse Smith.
Allí está mi madre, con la mirada más furiosa que he visto, su cabello todo desordenado, sus ojos rojos por aguantar el sueño, su pecho subía y bajaba por su respiración pesada por tanta furia, y allí estaba también Emily con sus ojos como platos, toda pálida y sin mover ningún músculo.
Mi madre centra su mirada en mí—¿Donde estabas?
Mily paralizada sin decir nada y yo aun en la ventana, no podía hablar, las palabras no me salían, era como si me hubieran cortado la lengua.
Mi madre se levanta acercándose hacia donde estoy y me toma del brazo con fuerza hacia adentro de mi habitación.
Siento su agarre con fuerza—¡Te estoy hablando!
—Señora nosotras...—mi madre interrumpe a Emily con una mirada para luego mirarme a mi.
Emily se imuta por completo y sólo baja la cabeza.
—Ro