Todo cambia cuando Keyla, retoma el contacto con una amiga de su infancia, la cual la traiciona descaradamente, haciendo que Keyla caiga entre los brazos de su novio. Ellos le hacen pasar un montón de calamidades, desde separarla de sus familiares y amigos, y vendiéndola a un importante ruso, siendo el regalo de cumpleaños de su hijo. La vida de Keyla se torna en una montaña de aventuras, a las que decide que debe sobrevivir ella sola.
Leer másSer adolescente es complicado. Los sentimientos fluyen cada día como un torrente y se adquiere un aluvión de experiencias que pueden llegar a ser abrumadoras.
A mis quince años, creía saber muchas cosas de la vida, pero estaba equivocada, mi historia empieza ahora. Bajo mi actitud de niña indefensa, descubro que se esconde una gran luchadora de carácter fuerte.
Mis experiencias vividas me envuelve en gran parte de mis problemas, problemas que tendré que aprender a solucionar yo sola.
Creo que tengo los mejores padres del mundo. Decidieron ponerme Keyla, un nombre que me encanta, tiene algo de exótico y peligroso a la vez.
Actualmente tengo veinte años, me considero una persona muy normal, mi cabello es rizado, largo y de color naranja, mis ojos son verdes, grandes y muy llamativos.
El color de mi piel es como la porcelana, lo que hace que mis mejillas se tiñan de color rosado enseguida. Tengo unas pecas espantosas, alrededor de mi pequeña nariz, las cuales odio y tapo todos los días con algo de maquillaje. Mido poco más de metro sesenta, mi cuerpo es pequeño, pero mi fuerza interior es la que me hace sobrevivir a todas las batallas que existen a lo largo de mi vida.
Soy una gran estudiante de la informática, me quedan poco más de seis meses para terminar mi carrera y… ¡Menos mal! Porque ya llega el verano y espero que este sea muy especial.
Vivo en Cáceres, comparto piso con mi gran amiga Sandra, a la que conozco desde pequeña; su novio, Rubén, se vino con nosotras a vivir hace menos de un año.
Sandra tiene el cabello moreno, liso y tan largo que le llega a la cintura, también es un poco más alta que yo, con un cuerpazo de escándalo.
Por otro lado, está Rubén, que es el típico tío bueno de las pelis; él es alto, con el pelo color castaño claro, tiene unos músculos impresionantes, ¡está buenorro el tío!, hacen una pareja espectacular.
Me da cierta envidia la pareja que forman. ¡Se llevan tan bien, que se me cae la baba! A veces siento que solo convivo con una persona en casa, son mis mejores amigos, les quiero tanto.
Un mes después…Me encuentro en la habitación con la niña y Nicoletta viene de visita a vernos. Una vez más estamos juntas las tres, tomando té al lado del estanque.—Chicas, necesito que me hagáis un favor una de las dos.—¿Qué necesitas? —dice Natasha.—Necesito un predictor.—¿Qué?, ¿de verdad? —pregunta Nicoletta, poniéndose muy nerviosa.—Sí, pero no os hagáis muchas ilusiones, no quiero que Yurik se entere.—Te lo conseguiré yo —dice Natasha.Al caer la tarde, Yurik regresa a casa. Sale a buscarnos al jardín y se acerca a nosotras, me da un beso y…—Cierra los ojos —dice sacando un pañuelo de seda de su bolsillo.—¿Qué tienes preparado ya? —pregunto al ver la emoción de sus ojos.<
La claridad del día va entrando por las ranuras de la puerta. Primero se estira Nicoletta y después yo. La cadena es tan corta para las dos, que casi no podemos movernos.—¿Crees que Yurik nos encontrará? —pregunto a Nicoletta.—No lo sé, pero espero que sí.—Perdóname, yo no quería que esto pasara —le digo llorando.—Lo sé, pero la culpa de esto es mía, fui yo quien abrió la puerta sin mirar, los matones de Mareck entraron y se llevaron a la niña.—Shhh, calla, creo que viene alguien —le comento muy bajito, abrazándome a ella.Nicoletta me abraza con fuerza, mientras escuchamos cómo se abre la puerta. Sus voces son tan conocidas, que sé quién es Carlos y quién es Pedro.—Buenos días, mascotas —dice Pedro para humillarnos.—¡Buff!, &
Yurik y los demás regresan al hotel. Creen que los estamos esperando. Al entrar en la habitación se dan cuenta de que no es así.—¿Qué ha pasado? —pregunta, al ver las copas encima de la mesa y a los vigilantes.—No lo sabemos, nos dieron algo y nos dejaron dormidos, hemos despertado sin pistolas y las llaves de los coches. También se han llevado nuestros teléfonos —le comenta uno de los guardaespaldas.—¿Dónde han ido? ¿Cómo las voy a encontrar ahora? —dice Yurik enloquecido.Despidiendo a sus guardaespaldas, Rubén le sujeta, e intenta tranquilizarle como puede. Sandra pide el número de teléfono y el modelo a Yurik, e intenta localizarlo por el GPS.Sin obtener resultados, les pide los teléfonos y modelos a los hombres de Yurik, y vuelve al acecho, pero sigue sin conseguir resultados.Sandra trabaja to
Salen todos a buscar en las direcciones recibidas. Sandra sigue buscando más información.—Yo voy contigo —le digo a Yurik, muy decidida.—No, es mejor que esperes aquí. Quédate con Nicoletta —dice Rubén.—Quiero salir a buscar mi hija —le digo a Rubén.—No puedes, tienes que esperar a que llamen, si sales de aquí no podremos localizar la llamada, y aún tienen que decirte el sitio y la hora —dice Yurik.—Pero… yo quiero ir —le digo llorando.—Keyla, creo que Yurik tiene razón —dice Rubén.—Toma mi télefono, Keyla, yo saldré con ellos, si ocurre algo, sea lo que sea, debes llamarme, no hagas nada sola, puede ser muy peligroso para ti —dice Yurik.Todos van saliendo de la habitación a su tiempo, hasta que nos quedamos solas Nicoletta y yo.Llev
Un coche nos espera en la puerta. Montamos y nos dirigimos a un aeropuerto privado que tiene Yurik, para irnos a Portugal a buscar a Caroline.Las horas en el avión parecen interminables. Necesito llegar a España ya mismo.Me pongo en pie y veo cómo Yurik habla con sus hombres, para trazar un plan.—¿Sabes cómo encontrar a alguno de ellos? —me dice al verme de pie a su lado.—Sí, sé dónde vive Carlos, y también está el pub de Pedro.—Ok, necesito las direcciones —me suelta, dándome un papel y un bolígrafo.—No las sé, pero sí sé cómo llegar hasta ellos. ¿Qué vamos a hacer? —pregunto a Yurik interesándome en el plan.—Tengo mis contactos, la encontraremos.—Llamaré a la policía una vez que estemos allí —le digo a Yurik
Relajando su cuerpo sobre el mío, busca mis labios y los besa dulcemente.—Te amo tanto, que ya no sabría vivir sin ti.—Te amo —digo en un intento de fundir su cuerpo entre el mío con un abrazo.Después de descansar un poco, voy al baño y me echo a su lado en la cama, apoyando mi cara en su hombro, para admirar al hombre más guapo del mundo entero.Sus manos son tan poderosas, que hacen que mis carnes se calienten por debajo de mi piel, su olor es tan especial, que se apodera de mis entrañas, haciéndome perder la cabeza; mi cuerpo arde con una sola mirada de Yurik.Acomodada entre sus brazos, con la relajación de nuestros cuerpos, entro en un pequeño trance que me hace soñar.Me encuentro con Nicoletta en una habitación. Ella recoge mi cabello, en dos trenzas con guirnaldas de flores pequeñas, amarillas, malvas y blancas.Toc,
Último capítulo