El comandante Harrison y Oliver hablaban con Amanda tranquilizándola y que debía ir a declarar en el juicio de Luiggi para dejarla fuera de toda sospecha, ella solo los escuchaba sollozante, pues todavía los recuerdos de esa maloliente mazmorra y todo lo que paso allí le dolía, pues descubrió todo lo que estaba escondido ante sus ojos.
Harrison fue el primero en levantarse para despedirse y solo aclaro que después hablaría con ella sobre otros asuntos y se fue, Oliver se quedó con ella hablando de que debería perdonar a Luiggi para no vivir con rencor, que eso a la larga le haría daño a ella, pero Amanda decía con enojo.
—Oliver, pero yo… fui siempre quien cedió más que cualquier mujer podría, sabía de su obsesión con Judith y lo apoyaba, pero nunca me imaginé que fue capaz de abusar de ella, por Dios que bajeza es esa, se portó como un monstruo y lo demás que descubrí de Él, un sádico asesino, lastimar de esa manera a esas pobres mujeres tratarlas como si fueran basura
Amanda se so