Capítulo 151. La búsqueda desesperada
—Encárguense de ellos. Asegúrense de que no puedan seguirnos ni advertirle a nadie —ordenó Tomasso.
Los hombres de Tomasso los desarmaron rápidamente y los ataron.
—Yo iré al bosque —declaró Carolina—. Necesito encontrar a mis hijos.
Tomasso no discutió. Sabía que no había fuerza en el mundo que pudiera mantener a Carolina alejada de la búsqueda de sus hijos.
—Está bien. Dejaré con Lucio y Mason con un par de hombres más, para que se aseguren de que estos hombres hablen y nos mantengan informados sobre cualquier cosa que descubran sobre Trina.
Carolina asintió, y se volvió hacia el bosque. La oscuridad parecía más amenazante que nunca, pero ella no vaciló. Sus hijos estaban ahí fuera, y ella necesitaba encontrarlos.
La oscuridad del bosque parecía engullir todo a su paso, mientras Carolina y Tomasso avanzaban con cautela, sus linternas iluminando el camino frente a ellos. El silencio era opresivo, roto solo por el crujir de las hojas bajo sus pies y el ocasional ulular de un búho en