Vale. Me va a matar, pero se lo merece.
Aparto con cuidado su brazo y pierna
de mi cuerpo y me deslizo fuera de la
cama. Miro a Ignacio dormido como una roca gracias a la
pastilla que le hice tomar... Definitivamente me va a matar.
Abro el cajón de la cómoda y saco
cuatro corbatas. Me acerco a la cama,
me subo a horcajadas sobre su pecho y tomo con fuerza su
primer
brazo.
Vaya que le pesa. Lo ato al cabezal de la cama y hago la
misma tarea con el otro brazo; Me aseguro de que queden dos dedos de espacio
para que no se lastime sus muñecas.
Bajo y camino hasta sus pies. Hago la misma tarea atando sus
tobillos y sonrió al ver mi obra de arte.
-Para que veas lo que se siente.
Tomo ropa de la cómoda y me visto,
Salgo de la habitación, camino a la
cocina y le doy un sonoro beso a Carlo.
-Buenos días.
-Buenos días, cuñada.
Han pasado varios días desde que
Ignacio me contó sobre la tontería que
hizo Pattie Hoy es 3 de enero, un nuevo año y un nuevo
propósito.
-¿Qué haces?
Miro con curiosida