Leia miraba como Estefan caminaba de un lado a otro de la sala de Joon, parecía volverse loco.
—¿Te vas a calmar o qué? —Joon miraba fastidiado a Estefan—. ¿Por qué eres siempre tan dramático?
—¡¿Tú le crees todo lo que dice esta enana?!
—¡No seas tan grosero! —Joon la miró—. Tienes un tamaño normal…
—Y se parece a Teodoro de Alvin y las ardillas —gruño Estefan—. Odio a esas ardillas con voz chillona.
—De verdad no me han traído al reino como infiltrada para ganarme la confianza de Liam —se defendió Leia—. Todo lo que te digo e