Merynert y Héctor se transforman al escuchar la petición del alfa Amat, convirtiéndose en lobos frente a la luna Amaral, que observa asombrada lo imponentes que son ambos.
—¡Oh, pero qué grandes y hermosos son ahora, cariño, y tú, Merynert, eres preciosa! —exclama mientras acaricia a ambos lobos en la cabeza. Ambos jóvenes mueven la cola y regresan a su forma humana, abrazándola al mismo tiempo. Al separarse, ella brilla de felicidad y ha olvidado cualquier molestia. —¡Vamos a preparar una comida en familia esta noche, y no quiero excusas! —anuncia en voz alta, como si estuviera ordenando a todos. —También se quedarán aquí Netfis y Bennu. —Cariño, hay otras cosas importantes que debo discutir con toda la manada —intenta detenerla el alfa Amat. Amat sabía que no sería sencill