182. CONTINUACIÓN
Jacking, sin embargo, no dejó que la emoción tomara por completo el momento. Su mente, entrenada para no quebrarse bajo ninguna circunstancia, ya trazaba los siguientes pasos.
—Mejor colócala en la cueva purificadora —continuó con voz grave—. Tal vez eso ayude a sacar al Preta de su interior.
—Buena idea —asintió Teka de inmediato, su rostro iluminándose con un resplandor nuevo, ese que solo nace cuando una madre ve un destello de luz entre las sombras que la rodean—. En ese lugar se revelará todo. Ahí, si hay algo más, lo descubriremos.
Jacking inclinó la cabeza, procesando la idea con la misma velocidad con la que su instinto le dictaba cada acción. Luego, su tono cambió levemente; su voz tomó ese filo que solo aparecía cuando una sospecha aún sin confirmar rondaba sus pensamientos.
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