9. LA HISTORIA DE ANTONIETA
Una figura agazapada detrás de unos arbustos mira a un lado y a otro antes de salir a correr atravesando la calle. Mira desesperada hacia atrás. Tiene que escapar. En sus brazos, una bebé duerme plácidamente, cubierta con una sábana. De sus ojos dorados resbalan lágrimas de dolor. Se vuelve a esconder detrás de un enorme arbusto, junto a un banco en un parque frente a un hotel.
Mira a una pareja de enamorados que se besan. Los ve acercarse a donde ella se encuentra. Coloca al bebé en el banco y se queda a la expectativa. Los observa llegar y sentarse, todavía besándose y haciéndose mimos, hasta que la chica, muy hermosa, divisa el bulto que se mueve en el extremo del banco.
— Pierre, querido, ¿qué es eso que se mueve en ese envoltorio? —pregunta la joven, acercándose. —Parece un bebé.
— Camile, sé que estás obsesionada con tener un bebé, pero hasta verlo en todas partes es demasiado, querida —protesta molesto el hombre.
— ¡No, Pierre, es un bebé! ¡Míralo, lo han abandonado! —exclama