Mundo ficciónIniciar sesiónHORACIO:
Regresamos a la manada La Maat Ra y encontramos al Alfa Supremo todavía ansioso en su despacho. Amet desapareció de pronto, dejándome a solas con Bennu, sin saber qué hacer mientras observábamos al Alfa caminar de un lado a otro.
—Mi Luna, ¿dónde está mi Luna? —pregunta una y otra vez. —Cálmate, hermano —le digo, al ver que sus ojos permanecen rojos. —¿Qué vamos a hacer, Horacio? —me pregunta Bennu. Siempre es Amet quien lo controla—. Es el Alfa Supremo; quiere a su Luna. —Lo sé, y Amet tuvo que irse ahora —digo, tratando de recordar qué hacer cuando se pone así—. No sé qué hacer. Es evidente que ni el humano Jacking ni el lobo Mat pueden tomar el control y dejar de ser el Alfa Supremo. En ese momento, se abre la puerta y una sonriente pri






