ISIS:

En nuestra casa, mis padres estaban muy nerviosos, al igual que nosotras. Permanecemos cada una en nuestras respectivas habitaciones, tratando de terminar de arreglarnos. Por supuesto, tenemos un plan a pesar de las indicaciones de papá de permanecer unidas en el centro.

— Antoni, estoy tan nerviosa. ¿Crees que Jacking aparezca hoy? —pregunto, dando vueltas en el cuarto mientras termino de arreglarme.

— No lo sé, Isis —responde ella, arreglándose también—. Pero ya te dije, vamos a escaparnos para convertirnos solas y buscar a nuestras mitades.

— ¿A dónde iremos? —pregunto, sin poder evitar el salto en el estómago que tengo desde el día anterior.

— Ya lo dijimos, Isis —contestó una vez más—, cerca del lago de la luna.

— Me da un poco de miedo, hay muchos extraños —digo, temerosa de que todo salga mal—. No quiero irme tan lejos. Además, dice papá que habrá una gran ceremonia y que tenemos que colocarnos en el ruedo de los iniciados.

Antoni exhaló con impaciencia mientras me lanzab