19. NO ME VUELVAS A BUSCAR
BLAIR
Le grité enojada.
Parece que me había seguido y algo se movió en mi interior.
—Te advertí que te marcharas, Blair. Este valle no es tan pacífico como crees. Una pequeña loba como tú puede verse involucrada en cosas muy turbias.
Comenzó a avanzar con una mezcla de amenaza y algo más que estaba confundiendo con preocupación.
No retrocedí.
Me mantuve firme hasta que casi lo tuve sobre mi cuerpo.
Tuve que subir la cabeza para mirarlo a la cara.
—Si es tan peligroso, entonces, ¿por qué no me proteges tú? ¿Por qué Rhett? —me atreví a decir su nombre por primera vez.
Mi mano subió a acariciar su pecho, como si tuviera vida propia.
Lo sentí tensarse, pero a la vez, esas pupilas cambiaban a varios colores, delatando que no estaba tan tranquilo como quería aparentar.
Que la bestia rugía en la superficie.
—¿Por qué no tomas lo que deseas en realidad? Yo sé que me deseas…
Me arriesgué a jalarle la camiseta blanca bajo la cazadora.
La llevé a mi nariz, aspirando el olor oscuro de sus feromon