Cuando James se marchó de la cocina, Cristofer se acercó a mí poniendo sus manos en mi cintura para bajarme de la isleta, pero no me soltó mirandome algo furioso
— ¿Que hacéis los dos aquí solos y a oscuras? — me pregunto
— Yo he bajado a por un vaso de agua porque tenía sed y él ha aparecido de pronto sin esperarmelo — respondí
— No quiero que se acerque más a ti, ¿entendido? — me dijo señalándome en la cara con el dedo
— ¿Y tú?¿porque no me has dicho que esta mañana estabais hablando de esa mujer? ¿ahora que va a secuestrar a mi hija? si que debe de amarte Cristofer — le dije apartando su cuerpo de mi camino, volviendo a mi dormitorio, acostándome en la cama de espaldas a la puerta
Cuando Cristofer se tumbó en la cama, puso su brazo alrededor de mi cintura, besando mi hombro
— Lo siento, no quería ofenderte, solo que me he quedado sorprendido al veros a los dos a oscuras, te quiero Noelia y confío mucho en ti, cariño, — me dijo
Sonreí al escuchar su disculpa y sin poder remediarlo,