Había perdido el aire por un instante. Me constaba creer lo que había pasado. Pero cuando miré su rostro esperando ver alguna señal de burla, solo vi un par de ojos preciosos y una sonrisa tímida.
—Creo que me e metido demasiado en el papel. Pero supongo que así podré ir fácilmente con la corriente.
No sabía que decir.
—Supongo que sí... pero te agradecería que te controlaras un poco. Recuerda que esto es fingido.
—Vale, lo siento. Pero ¿No tienes a nadie a quien rendirle cuentas, verdad?
¿No lo tenía? ¿El beso entre Clark y yo no contaba?
Dios, me sentía tan confundida. Ninguno de los dos había pedido mi opinión. Solo iban y hacían lo que se les daba la gana. Así que no, no tenía ningún compromiso con ninguno de ellos.
—No, por ahora no.
—¿Por ahora?
—Larga historia.
—¿El policía?
—Él es el padre de Sam.
Eso pareció tomarlo desprevenido.
—Oh, vaya. Eso no me lo esperaba. Pero ustedes...
—No tenemos nada. Y yo tenía 7 años que no lo veía.
—Imbecíl.
—En aquel tiempo lo