Ella
Conner me abre la puerta del coche y me hace una extraña reverencia cuando salgo de él.
"¿Qué fue eso?", le pregunto con una sonrisa.
Conner se sonroja un poco y se encoge de hombros. "No sé, ahora eres reina. ¿No debería hacer una reverencia?”.
Arrugo la nariz. "No tengo ni idea", digo riéndom