Ella se ríe y yo miro primero a Sinclair, quien se encoge de hombros, y luego de nuevo a mi hermana.
"Ay, vamos", dice Roger, señalando con la cabeza a la multitud de gente que espera para felicitarnos y a la pequeña mesa de refrescos. "Decidámoslo con un poco de champaña".
Sinclair me hace un gesto