Ella
Sinclair y yo nos quedamos despiertos hasta altas horas de la noche hablando, disfrutando de este nuevo descubrimiento. Creía que nuestra cita en el sueño nos daría un cierre, pero resulta que no fue el final en absoluto… era el comienzo.
"No es de extrañar que te hayas sentido tan fuera de lugar", me consuela Sinclair, arrastrando sus dedos arriba y abajo de mi espalda desnuda.
Cuando él empezó a desnudarme, pensé que íbamos a hacer el amor de nuevo, algo que estaba demasiado emocionada