Morgan
El sol salía en el horizonte y Vicente estaba frente a una fogata impovisada calentando algo. Al acercarme a él, pude oler el cafe caliente y algo de carne asada.
-come pequeña, que no lo has hecho y te vez un tanto debil para la caminata que nos espera-decía Vicente acercandome una taza con cafe humeante.
-gracias-dije tomando un poco de cafe-¿queda lejos mi manada?
-no tanto pequeña, no te alejasta mucho, solo que si no te detenia ibas a terminar donde no querrias-decía él-¿no me tienes miedo?
-bueno, en un principio si, eres el macho mas grande que habia visto hasta ahora, pero no senti peligro de ti-respondía con total sinceridad.
-la inocencia en estos tiempos es refrescante-decía Vicente-gracias Morgan y no debes temer de mi o mi gente. Ahora come y así nos pondremos en marcha para que puedas dormir en tu cama esta noche.
Cuando empezamos nuestra marcha estaba tranquila, Vicente fue un buen guia, me iba hablando de plantas y como en un futuro no perderme en los bosques. C