CAPÍTULO 47

Mason ha mejorado mucho con los dos niños. Ha estado activo con ellos en casi todo. Yo los arropo por la noche, pero Mason juega al fútbol u otra cosa con ellos afuera cuando puede, o sale con nosotros cuando no está ocupado. Él les prepara el almuerzo y yo se los sirvo. Prácticamente inhalan cada plato que se les da.

Ahora mismo son las nueve y media de la noche y Mason y yo aún no hemos dormido. No puedo dejar de besarlo y a él no parece importarle en lo absoluto. Enrosco mi pierna alrededor de él y puedo intuir a dónde nos está llevando esto.

—¿Deberíamos…? O sea, ¿quieres…? Algo así como… —me interrumpió poniendo un dedo sobre mis labios.

Asintió y levantó más mi pierna, colocándose encima de mí. Sonreí con intensidad, lista para esto. Sus ojos cambiaban del negro a su color normal. Le ofrecí mi cuello y él aspiró una bocanada de aire. Sonreí con picardía, mirándolo con los ojos entrecerrados. Quería que nuestros lobos se conectaran también en esta primera vez que tuviéramos sexo.
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP