Todos miraron a Alaric tras escucharlo. Noel y Azura se preguntaban si se había vuelto loco; ¿acaso no sabía con quién estaba hablando? Querían darle un golpe en la cabeza para recordarle que la persona con la que hablaba era el creador de todos los seres, el todo y la totalidad.
La voz respondió: "¿Luchar contra mí? Puedo acabar con tu existencia si tan solo lo pienso. ¿Estás seguro de que puedes luchar contra un ser que está en todas partes y en ninguna? Entiendo tu dolor y tu ira, Rey Dragón, pero debes entender que estás aquí por mí. Yo te di a la compañera que tanto deseas proteger. Yo te di la fuerza y el poder de los que estás tan orgulloso. Dime, ¿de verdad puedes luchar contra mí?"
"Quiero la cabeza de Ramiel", respondió Alaric. Quería la paz, le hablé de ella, pero la rechazó. Ya he perdido demasiado como para dejarlo pasar. Mi gente ha perdido la vida en esta guerra. Sería un tonto si aceptara la paz ahora y dejara vivir al instigador de esta guerra. No, nunca me conformaré