47.
NARRADOR
Tres presencias se mueven inseguras hacia el muro de bruma oscura. Sus cuerpos aún pueden sentir el hormigueo del poder que presenciaron a manos del mismo Rey Lycan.
Dudan un segundo antes de adentrarse entre la niebla que cubre y acaricia sus cuerpos, haciéndolos estremecer.
Al llegar al otro lado, lo ven: una presencia imponente, con su típico traje negro de combate que talla a la perfección su cuerpo.
Sus ojos, ocultos a través de las sombras, reflejan un destello naranja, uno que puede hacerte sentir la muerte misma bajo la piel.
—Señor—, los tres se postran en una rodilla, sintiendo la llegada de una mujer poderosa.
Las pequeñas campanas alrededor de su cabeza y sus manos tintinean suavemente antes de llegar junto a ellos, solo un paso detrás de su señor.
Su belleza es única, reluciente ante los presentes, pero su corazón es tan oscuro como las mismas tierras que la rodean.
—Déjenme adivinar— habla con voz melosa, suave, con un tinte de peligro, —no consiguieron