Salto de la ducha un tanto frustrada, me visto con prisa y culmino sujetando mi cabello en una coleta alta, antes de caminar a toda prisa hacia la cafetería.
Como era de esperarse, la misma permanece vacía a excepción del personal, el cual organiza y asea algunas de las mesas. El frígido clima de invierno está comenzando a hacer acto de presencia en Londres, lo que me lleva a pensar en lo diferente de Miami. De estar allá posiblemente me encontraría sobre las gradas de siempre, perdiendo el tiempo, e inventando una nueva manera de llamar la atención de papá. Froto un poco mis manos buscando calor y luego me coloco mis auriculares perdiéndome por un instante sobre las finas notas de un piano que le da entrada a la elegante voz de John legend. Uno de mis cantantes favoritos. Su voz tan delicada y suave siempre logra sosegar mi angustia.
Las horas pasaron y con ella los estudiantes comenzaron a llegar, entre ellos los chicos en compañía del par de rubias que supieron dar conmigo rápidam