Su bonita cara estaba un poco retorcida por el shock, y su rostro estaba pálido.
A juzgar por su mirada, Natalie supuso que no se habían llevado bien antes.
No tenía sentido hacer caso a alguien con quien no tenía una buena relación.
Natalie recogió sus cosas y se disponía a marcharse, pero ella la detuvo.
—Oye, te estoy hablando, ¿estás sorda?
Gisela miraba a Natalie con expresión gélida. Sus ojos estaban llenos de burla y desprecio. Ahora era una mejor actriz y alguien la apoyaba, así que ya no tenía miedo de ella.
Al principio, cuando vio a Natalie, se asustó, pero después de reaccionar al hecho de que era una persona viva, ya no tenía miedo.
Ahora incluso Leonardo no podía hacerle nada.
Natalie no entendía nada y alzó las cejas, —¿Estabas hablando conmigo? Perdona, pensaba que había oído ladrar a una perra.
—¡Tú!
Gisela se burló y alzó la voz, —¡Dónde está la seguridad! Llama a la seguridad. Acabo de perder un collar que vale un millón de dólares. ¡Sospecho que esta mujer desconoci