Natalie bajó los ojos, comprendiendo por fin lo que Ginés pretendía.
También sabía que a Bryan no le quedaba mucho tiempo, así que quería que dejara embarazada a otra mujer antes de que muriera y diera a luz al heredero de la familia Guzmán.
Miró a Ginés y enarcó una ceja, -Según esto, ¿es mi placer de ser secuestrada por usted?
Ginés sonrió despectivamente, -Es bueno que lo sepas.
-Sabe que soy la mujer de Leonardo, ¿no?
La mano de Ginés sobre el brazo de la silla de ruedas se tensó, y luego dijo con desdén: -Grupo Ramos es la primera familia de Monteflor, pero en Imperialia ni siquiera ocuparía ningún puesto en la lista. ¿Crees que le tengo miedo?
Natalie asintió y sonrió mientras se acercaba a Ginés: -Señor Guzmán, usted ha investigado y cree que no importa lo que me haga a mí, Leonardo no podrá hacerle nada a usted, ¿verdad?
-Por supuesto. Muy bien que sepas...
Antes de que pudiera terminar la frase, Natalie derribó la silla de ruedas.
Ginés se cayó al suelo desplomado, con los oj