Matilda guardó silencio un momento y dijo lentamente: -Lo he considerado, y no me importa, la familia López también puede criar a este niño.
Josefina dijo: -Lo que decides.
Matilde se sentó un rato, luego se levantó, se despidió de Josefina y fue a ver a Antonia.
Comparada con Josefina, Antonia era mucho más amable con ella, después de todo, Matilda ocultó esa cosa de Antonia.
Matilda se quedó en la sala de Antonia hasta la tarde, y se decepcionó un poco porque Leonardo no apareció.
Al ver que estaba distraída, Antonia le dijo: -Mati, si estás ocupada, vete a casa, no hace falta que te quedes aquí conmigo.
Matilde negó con la cabeza y sonrió: -No pasa nada, señora Guerrero, no tengo mucho que hacer estos días.
Antonia agachó la cabeza y se miró con rencor su vientre.
Por culpa de Tadeo, la insultaron y casi se murió, ¡él quería matarla, y ella no dejaría que naciera su bebé!
Los dos charlaron un rato más hasta que llegaron Leonardo y Natalie.
Natalie y Matilda llevaban mucho tiempo sin