Natalie levantó las cejas y sonrió, diciendo palabra por palabra: —Dices que Leonardo te acosó, ¿tienes pruebas? Si tienes, puedes denunciarlo, si no las tienes, ¡no digas tonterías aquí!
June se puso furiosa y apretó los dientes: —¡Ya me he puesto en contacto con un abogado hoy mismo, así que espera a la citación judicial!
—Aquí espero.
Justo cuando terminó de hablar, sonó la desagradable voz de Písalo.
—¡June, ven! ¡No te rebajes haciendo ruido!
June respiró hondo y esbozó una sonrisa: —Abuelo, tienes razón, disculpa porque estaba enfadada y confusa.
Písalo miró a Natalie y a Leonardo, su tono era un poco frío, —Ya que el señor Leonardo no admites haber acosado a mi nieta, por favor sal de aquí. La gente como el señor Leonardo no es bienvenida en mi fiesta de cumpleaños.
Leonardo actuó con calma y dijo: —No quieres que venga, no deberías haberme enviado una invitación.
El rostro de Písalo se puso rígido, luego dijo fríamente: —Debe ser que la criada olvidó que el señor Leonardo ya no