Capítulo 405
— ¡Sí!

Por otro lado, en la sala VIP de la hospitalización del primer hospital de Monteflor, Bryan estaba tumbado de lado en la cama mirando por la ventana con indiferencia.

El agente le peló una naranja, se la dio y le dijo despacio: —Bryan, come algo de fruta.

Desde que se despertó y se enteró de que, por amenazas de Ginés, le había dicho a Natalie que no fue Bryan que la había salvado, la actitud de Bryan hacia todo el mundo era muy fría. Todos los días, excepto para comer, miraba por la ventana y se quedaba callado, y no quería contestar cuando la gente le hablaba.

—No quiero comer.

El agente suspiró y dijo lentamente: —Aunque quieras encontrar a Natalie para explicarle que la has salvado, tienes que esperar a estar curado, ¿no?

Bryan cerró los ojos y dijo en tono indiferente: —Quiero quedarme sola un rato, tú sal.

Al ver que no quería hablar cerrando los ojos, el agente no dijo nada más, dejó la naranja y se marchó.

Bryan no abrió los ojos hasta que el silencio volvió a la sala.

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