Irina quiso inyectarla, se abalanzó sobre Evangelyn que gritaba, pero la puerta se abrió.
Oscar entró, Irina retrocedió, la inyección cayó a sus pies, corrió empujando al hombre, él oprimió el botón de emergencias, corrió tras Irina, pidió que llamaran a la policía.
—Hay una asesina en el hospital.
Los doctores se asustaron, los guardias fueron a buscar a la mujer.
Pero, Oscar volvió con Evangelyn.
La encontró llorando en la habitación, estaba muy asustada, mientras el doctor la revisaba, le inyectó un calmante, luego el médico salió.
Oscar se acercò a ella
—Tranquila, vas a estar bien.
Evangelyn tomó su mano.
—¿Ella escapó? ¿Verdad?
—Aún no lo sé, pero te aseguro que los guardias y la policía ya la están buscando.
—Ella es una criminal, quiere lastimar a mi familia.
Oscar no soltó su mano, se sentó al borde de la camilla, acarició su rostro con dulzura.
—Calma, ella no va a dañarte, no lo permitiré.
Evangelyn se quedó silenciosa por un segundo, mirò sus ojos.
—Me has sa