Capítulo 14. Aquí estoy
—¡No! ¡Ninguna de las dos entrará a ver a mi esposo! —Indica, Nailea, con autoridad y una sensación de orgullo invade su pecho. Al fin se atrevía a decir lo que pensaba.

—¡Es mi hijo! Tú no eres nadie. —Dice, con desprecio, la señora Fátima, acercándose a Nailea por lo cual Akram se interpone entre ellas. No permitirá que lastimen más a la esposa de su amigo.

—¡Es mi esposo! Le guste o no. Legalmente yo soy la que decide por él. —Ante lo que acaba de decir, la señora Fátima reacciona con violencia, pero Nailea es más rápida que ella y le toma la mano en el aire. —¡No se atreva a tocarme otra vez! —La señora Fátima abre sus ojos, con asombro.

—¡Suéltame! —Grita, furiosa, y Nailea la suelta. —Tú no decides por mi hijo.

—Señora Fátima. Lo que acaba de decir Nailea es verdad. Solo ella puede decidir por Tareq. —Ella lo ve, anonadada.

—¿Estás de su parte? —Declara, dolida.

—Estoy de parte de lo justo y legalmente es así. ¡Alá es testigo! —Afirma Akram y la señora Fátima no puede
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo