Había pasado casi un mes desde que ingresaron a Jonathan y por fin iban a darle el alta.
Nikolay y yo veníamos a verle muy a menudo, pero a veces, me quedaba a dormir y a cuidar de Jon. Ahora, todo podría volver a ser más o menos como antes, aunque aún me quedaban algunos asuntos por resolver.
Al volver a casa, me di un relajante baño. Nikolay, mientras tanto, me dijo que tenía que instalar a Jonathan y encargarse de encontrar enfermeras para sus cuidados.
El baño me servía para relajarme y pensar exactamente en cómo hacer las cosas respecto a Nikolay, pero al sentir el peso de un cuerpo entrar en la bañera y ver al hombre que amaba, me distraje.
—Nikolay… ¿Qué haces aquí?
—Ya instalé a Jonathan y me encargué de sus cuidados, contratando una enfermera —explicó con una sonrisa, mirando mi cuerpo de arriba a abajo.
—Tienes la facilidad de hacer con rapidez tus negocios —dije irónica, aunque sonriendo de medio lado.
—Es lo que tiene llamarse Nikolay Ivanov, nena —habló con tono seducto