Sombras de Abril
Sombras de Abril
Por: Feys
1-“Volver a ser”

“I- April”

Hasta de cómo respirar he olvidado, algo en mí, pide que no vuelva, ese profundo y pacífico silencio es tan aterrador como atrayente.

Sé que no estoy sola, mi piel puede sentir presencia, pero la ausencia de mi cuerpo es pesada, y me impide responder. Pero olvido quien soy y quizás jamás vuelva a ser, me he perdido en la paz de mis órganos indolentes y no sé si quiero salir. Temo sea como volver a nacer, que aunque no lo recuerdo en ese ser que queda de mí, presiente que va a doler. Pero también sé que hay algo que olvide, allí donde el mundo late. Algo importante, no sé bien que.

—Eipy... Eipy... por favor despierta!! —La voz ronca de Jack…

—abuelo... —apenas susurré... Intenté abrir los ojos, dolía tanta luz y no podía encontrarlo... pero él me encontró a mí como siempre.

— ¡Eipy! Eipy... de verdad... April...! —lloraba y trataba de encontrar mi mirada.

Me están encandilando con sus linternas en mis ojos, las luces blancas de este lugar frío, rodeada de gente extraña.

«Estoy aturdida, realmente... aturdida.»

Mi abuelo está a mi lado, las lágrimas no paran de caer por sus mejillas, mientras papá y mamá se abrazan, la verdad es que no entiendo nada, sé quién soy, pero no sé qué hago acá, ni como llegué. Y me da miedo averiguarlo cuando veo sus caras. «Y me da miedo averiguarlo cuando veo sus caras.»

Un dolor en mi lado derecho me obliga a moverme. Y como temía, todo dolía como el infierno, la paz, se había acabado.

—Agua — Logré decir con mucho esfuerzo, apenas me sale la voz, mientras intentaba incorporarme, a ver si eso los calmaba un poco.

Mamá corrió pidiendo que la dejaran dármela, sonreí al verla cerca, «mamá... esa mujer tan hermosa y fuerte... mama no llores... ''. Pero no salía todo lo que quería decir, todo lo que quería hacer era abrazarla, pero no podía.«¿Qué es lo que me paso? »

— ¿Recuerdas tu lugar de nacimiento, April? — El señor mayor que estaba más cerca de mi cama, con demasiada seriedad, hacía preguntas que me costaron un infierno responder, sentía herida mi garganta.

— Green Port... — Ardía cada palabra pronunciada, lo noto pidiéndome con un gesto que abriera la boca, y otra vez su m*****a linternilla dando vueltas en mi cara. El interrogatorio duró poco, porque yo recordaba todo… menos lo que me había pasado.

Trague un sorbo de agua tras otro, «el elixir, creo que voy a llorar, no, no, April... mamá está acá, sé fuerte».

Ella me abraza, Y se terminó mi valía, me desmoroné, me invadió la tristeza de no poder abrazar a mamá, la incertidumbre, el miedo, la culpa de haberlos hecho sufrir así, «se ven realmente cansados, demacrados, nunca vi a mi abuelo tan desprolijo, ni a padre llorar tanto».

—te quiero. — logré decir en su hombro, pero no alcanzaba, no era suficiente,

— ¡Por favor, mamá, no llores! —me solté entre las lágrimas y comencé a agitarme, me costaba un poco respirar bien.

— ¡Eipy..., Hija! — Me acariciaba el pelo. «Realmente amaba la paz de esa mujer.»

— ¿Cómo llegué aquí? — Lo más rápido que pude, de a poco iba cobrando conciencia de mi alrededor.

—April, recuerdas algo — Dijo un hombre de azul que se encontraba detrás del de bata blanca, que le lanzó una mirada de, "no es momento", y rápidamente se cayó.

—Eh... no. — balbucee llevando mi mano a mi cabeza, «tengo una venda en la cabeza», y trato de recordar algo de lo que decían que me había pasado... Pero no hay nada.

—¿Recuerdas que te han atacado? … — Miré a papá sentado en mi cama, acariciando mi tobillo, mientras hablaba nervioso. Su mirada estaba triste, y su rostro cansado y furioso. Le hice un gesto que entendió perfectamente. Yo no sabía de qué hablaban. Y no podía siquiera procesar esa información ahora.

— ¡Está bien pequeña! Ya recordarás, ya pasó... —Me abrazo. Tenía que hacer bastante fuerza para no llorar, los ojos me iban a explotar de cansancio.

— ¡Creo que April tiene que descansar! —El señor mayor vestido de médico, que no había entendido su nombre. Empujó al policía fuera de mi habitación. Revisaron los monitores que me rodeaban. Papá y abuelo se despidieron con un abrazo.

Mamá se recostó a mi lado, apoyé mi cabeza en su hombro y descansé, sintiendo sus caricias en mi pelo.

Horas después volví a despertar. Mis dos hermanos y Jonás, mi mejor amigo me miraban como si fuera un bicho... escuché a Jonás decir; “y si no despierta otra vez”, sonaba preocupado.

— ¡BU!—Esboce una sonrisa dormida, simulando estúpidamente asustarlos. Carol, mi hermana menor, olvidó sus aprendizajes de enfermería y me aplastó entre sus brazos con todas sus fuerzas. Lo mismo Dash, mi hermano mayor.

— Realmente, asustas más dormida... — Jonás seguía mirándome con miedo a que me rompiera. Y no pude evitar llorar cuando me abrazó.

— Jamás vuelvas a acercarte a otro hombre que no sea de tu familia, me casaré contigo si es necesario, como para que no mueras sola. ¿Entendido? — Me hablaba al oído, Carol lo escuchó.

—¡Jonás! ¡Basta! ¡No digas estupideces!, que se quede ahí como la bella durmiente, para ese embole, ¡por dios! ¡Saber que tu único hombre será Jonás hasta que mueras! —Exageraba apretándose el pecho, haciendo su clásica actuación cómica dramática, «¡La amo!»

Él y yo reímos, Dash estaba cansado, enojado, angustiado, y no sé qué más, pero me miraba ido. Mientras Jonás seguía preguntando cosas, como si había visto la luz, si escuchaba cuando me habían hablado mientras dormía, si recordaba algo de lo que había pasado. Y como a todos los demás, les expliqué que no recordaba nada. Pero los médicos dijeron que era normal.

Pedí a todos que trataran de evitar contarme datos del "accidente", quería tratar de recordarlo por mis propios medios y no estar dudando de si es sugestión o recuerdo o resultado de una pericia policial.

Estuve casi tres semanas más en el hospital, sin recordar nada, una de las terapeutas dijo que podía ser producto de los fármacos, tal vez del shock. Lo único que quería era volver a casa.

«Lo único que quería era volver a casa.»

Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo