De regreso al dormitorio West conduce llevando sus ojos al camino pero la mente a otro sitio. Xavi en el asiento de atrás bufa sin parar a través de sus respiraciones sonoras.
Yo extraño demasiado a Calen y no paro de recordar momentos vividos con él.
Nuestro amigo se queda en su dormitorio; West nada más entra por la puerta del nuestro se dirige a la jaula de su cotorra. O no. No es a la jaula, sino a una esquina de donde toma una caja. La miro interrogante y cuando ella topa sus ojos con los míos, entonces le cuestiono:
— ¿Qué es eso?
En realidad mi cuestionamiento interno es: ¿por qué ha ido tan de prisa hacia él? Como en acto predeterminado.
— Es un regalo de Beck.
— ¿Un regalo de Beck? ¿Por qué él te habría de regalar algo a ti?
— ¿Celosa? –escupe con saña.
— No obvio no. Solo...entre ustedes ¿Qué? –indago– ¿Ha ocurrido algo más que un simple desnudo?
— Dejémoslo en que podrían haber pasado muchas cosas más aparte de ese simple desnudo. Y no es que no quiera estar con él; es que