La sutura me duele un poco y más cuando me salto mis reposos.
Como ahora. Que evalúo el panorama nocturno mientras recorro el Campus en donde todos duermen. Sucede que la herida en las noches molesta y el cuerpo me pide aire natural. Así que ando el camino hasta el lago para darme de buces visuales con la silueta de Beck.
— Hola...–saludo, pues no tengo intenciones de darme la media vuela.
— Hola.
Su respuesta es por educación. Ya que nada más verme, regresa la vista al lago. Permanece callado y casi tan distante como las estrellas.
Tomo lugar en donde mis pies se han detenido, sentándome junto a él, por tomarlo como compañero de trasnoche.
— ¿Todo bien? –me intereso.
Él niega.
— Si hay algo en lo que
— No, no lo hay –me acalla– No creo que te vayas a retirar ¿o sí?
— No. Este lago no es propiedad privada.
— Que noche tan excéntrica y llena de negativas...
— ¿Negativas? –repito sin comprender.
— Olvídalo, me hablaba a mí mismo.
— Quizá ello te ayude a conciliar el sueño –s