Nunca más digas eso.
—¡Dani, mi muñequita, reacciona! —asustado por lo que acaba de suceder, trato de reanimar a Dani. Se ha desplomado en mis brazos de la impresión y yo estoy más que preocupado. Se puso pálida como papel y su cuerpo es como un peso muerto.
Me recrimino internamente por haberle gritado. No fue la mejor forma, ella no lo sabía, pero esto que acababa de decirme nos enfrentaba a algo mucho peor—. Señor O’Connor llame a Lamas, por favor.
—Sí, sí, voy en seguida.
El señor O’Connor, sale del baño, con Sarita en sus brazos, que llora al ver a su mamá desmayada, por mi parte, me levanto como puedo para no trastabillar y salgo con Dani en brazos del cubículo.
—¿Qué pasa, Jex? — Lamas y Rubén se acercan a nosotros y nos miran preocupados y yo no sé como atinar, me muevo con ella de un lado a otro pensando que con eso despertará.
—Se ha desmayado, Lamas. Por favor, cariño reacciona.
Lamas me habla, sé que el señor O'Connor lo hace, pero yo estoy fijo en ella, no puedo despegar ni mis ojos para no p